De repente me encontraba en un hospital, un hospital muy, muy grande. Era como si fuesen muchísimos hospitales combinados, con muchas habitaciónes, patios enormes, estacionamientos, y rejas. Pero en este hospital no hay médicos, no hay enfermeras, tampoco hay asistentes, nisiquiera el conserje o los de limpieza. Sólo estan los pacientes.
Yo camino por los patios, por los pasillos, subo y bajo las escaleras, estoy perdida y no puedo encontrar a nadie, todas las habitaciónes tienen la puerta cerrada y me da miedo abrirlas porque no quiero molestar a los pacientes. De repente me encuentro tomandome un colectivo dentro del hospital y viajando por los patios de este, pero no había colectivero. Bajo y veo la salida detrás de unas rejas enormes. Pero no puedo escalarlas, ya que son largas y no tengo de donde apoyarme. Al mirar por los patios veo que son como cubículos de rejas, y hay una especie de pasillo muy largo.
Bajando una escalera me encuentro en un patio chiquito con un aljibe que tiene tapa en el medio, este tiene un gato negro y de pelo largo sentado sobre él, y al costado del patio hay un pasillo con puertas. Una de estas puertas se encuenta abierta, y se puede ver un aula adentro, y por la puerta se asoma la espalda descubierta de un hombre .Me acerco a la puerta y veo que este hombre tiene la espalda lastimada, como si estuviese rasguñada, y estas lastimaduras le sangran. El hombre es pelado y gordo, esta lleno de sudor por todo el cuerpo, como si estuviese alterado, y tiene el bigote mal afeitado. Está llevando un caldero pequeño del escritorio del profesor a un rincón del aula cerca de la puerta, donde en el piso hay un pergamino algo escrito y un tintero con una pluma. Doy un paso y entro al aula, el hombre se sobresalta y me dirige la mirada. Alterado, me grita:
-"¿!Qué hacés acá?! ¿¡ No ves que me va a matar?!"
Yo no entiendo absolutamente nada, y simplemente me quedo mirandolo perpleja, miro por la puerta hacia el patio del aljibe, donde el gato está mirandolo fijamente al hombre. De repente el gato salta y viene corriendo hacia la habitación, se le sube en la espalda a el hombre y empieza a arañarlo y clavarle las uñas. Automáticamente, el hombre se dirige corriendo al pergamino y mientras llora empieza a escribir en el pergamino. Mientras yo lo miraba, sabía que el hombre solamente podía escribir cuando este gato le estaba arañando la espalda, y que estos arañazos le decían que tenía que esrcribir. Estaba escribiendo una historia... o también una fórmula matemática o científica.[...]*
Después me desperté en mi almohada en la casa de Yue/Luna, y me dí cuenta que había tenido un sueño bastante macabro.
*(falta una parte, pero el tiempo se me va y tengo que salir para otros lugares, ya saben soy una mujer con una agenda muy ocupada (H) (!?!?) )