Usted tiene una capacidad bastante difícil de creer para complicarle la vida a las jóvenes de 14 años que en una noche se dan cuenta que para el día siguiente tienen una prueba, un calitegno que entregar, láminas para entregar, y se encuentra con que se le perdió una lámina y tiene que rehacerla en lápiz y tinta. Esta capacidad suya hace que Ud. se gane el desagrado de muchos muchachos y muchachas (me incluyo en este amplio grupo). Ud. influye a las profesoras a ser idiotas o exigentes, y que por ende le caigan mal a el ya mencionado grupo de muchachos y muchachas, también le gusta se un obsesivo y que todo tenga que ser tan perfecto que una simple manchita te lleve a repetir la bendita lámina por millonésima vez. Podría seguir enumerando las cosas que me molestan de Ud., pero prefiero cortarla acá y terminarla con un cordial deseo.
Con todo respeto: Vayase a la mierda.
